El otro día estuve comiendo
en la mejor mesa del mejor
restaurante del mundo. La mesa no la puedo delatar; El restaurante, sí: El
Celler de Can roca. El sitio és mágico, la comida impresionante y los tres
heramanos el alma i el espítiu de un lugar irrepetible. Joan, Josep i Jordi Roca són un sello de referencia creativa y un
triángulo creativo imbatible. Seriosidad, rigor y imaginación. Toneladas de
creativdad: Des del celler de Can Roca se han replanteado la manera como hacer
las cosas: Han innovado a todos los niveles y comer en sus mesas es asistir a
un espectáculo: El show empieza con la coreografía de los camareros, sigue con
la estética de los platos y culmina con la sorpresa que te llevas a la boca.
Experimentan con los gustos, olores y los colores; Te retan a jugar y a dejarte
llevar. Y hacen posible que te vulevas a sentir un niño. Un mundo de
sensaciones que te transporta a dónode quiere que quieras llegar. Amigos y
aliados de otras estrellas de la gastronomia como Ferran Adrià lo suya es una demostración del talento y creatividad
de nuestro país. Sin duda, un must en lo más alto de la lista. Hay que ir. Y
hay que ser previsor: la lista para una mesa supera el año y medio. Así que, a
por el teléfono.
(Fotos: Franc Aleu)
(Fotos: Franc Aleu)